(Memorias de un pacense en el Badajoz ocupado por los franceses)
Artículo de opinión de Fernando Ortiz, miembro de la Asociación Alfonso IX , recordando el ambiente del Badajoz ocupado por los franceses. Publicado en el diario HOY de Badajoz el 10 de marzo de 2020.
«Parece que fue ayer, y ya hace un año…
Hace un año que el denostado Imaz se cansó de comportarse como un hombre y entregó la ciudad a los franceses, que nuestros heroicos soldados salieron marchando, al son de tristes tambores, por Puerta Trinidad, camino del confinamiento; aquellos mismos que llegaron siguiendo al heroico Menacho mientras juraban morir bajo los escombros de Badajoz antes de entregarla a los franceses.
Hace un año que vimos pavonearse a los mariscales Soult y Mortier por nuestras calles, seguidos por una marea de gabachos ansiosos por meter sus manos en las sacristías, en las casas nobles y en las humildes, difícilmente contenidos por sus mandos. Entre sus coloridos uniformes no faltaban los de los canallas josefinos, españoles como nosotros, pero traidores como ellos solos, que se ocuparían después de hacer el trabajo sucio a los ocupantes.
Pero más nos dolió pocos días después, cuando llegaron, por la otra orilla del Guadiana, nuestros esperados aliados. ¿No podíamos haber resistido un poco más?
Aunque viendo cómo se estrellaban sus cañonazos y asaltos contra los muros de San Cristóbal mientras los franceses se reían, empezamos a perder la fe. Estos “chaquetas coloradas” parecían no tener tanto oficio como nuestros enemigos, que repelieron sin dificultad una y otra vez los ataques hasta del mismísimo Wellington, que vino en persona tras la matanza en los campos de la Albuera.
La guarnición francesa es eficiente y su gobernador, ese tal Philippon, está dejando las defensas de la ciudad como nunca las vimos. No sólo ha reparado los destrozos que provocaron sus tropas durante el asedio, sino que ha mejorado las que ya existían y construido otras nuevas.
Ahora que está pasando el frío invierno se confirma que Ciudad Rodrigo ha caído en poder de los ingleses y, aunque nadie lo sabe con seguridad, todos los rumores apuntan a que por fin Wellington vendrá de nuevo a dar el golpe definitivo y liberar la ciudad.
Se nota en la urgencia con que los franceses nos hacen trabajar en las defensas y en el continuo goteo de vecinos que se escabullen abandonando sus escasas pertenencias para no tener que soportar, ¡una vez más!, las estrecheces de una ciudad sitiada.»
Publicado originalmente en el Diario HOY de Badajoz el 10 de marzo de 2020